Las investigaciones médicas demuestran que existe mayor probabilidad de desarrollar bursitis a media que envejecemos.
La tendinitis se observa también en aquellas personas que deciden comenzar un riguroso programa de entrenamiento físico debido a que sus músculos no se encuentran en buenas condiciones. Los pacientes, en términos generales, tratan de ignorar los síntomas en los hombros. No existe un momento específico en que el paciente sienta que hay un problema en el hombro, al comienzo tal vez sienta un pequeño dolor o una mínima pérdida de fuerza y no presta atención a la pérdida de movilidad, especialmente a la capacidad de elevar el brazo por encima la cabeza. La imposibilidad de mantener el brazo en posición extendida indica la existencia de tendinitis. Si el problema es recurrente, puede indicar el desgarro del manguito rotador.
Síntomas
Al comienzo los síntomas pueden ser leves. Los pacientes con frecuencia no buscan tratamiento en una fase temprana.
• Poco dolor, presente tanto en la actividad como durante el reposo.
• El dolor se irradia desde la parte delantera del hombro hacia el brazo.
• Aparece dolor súbito con los movimientos de elevación o para alcanzar un objeto.
• Los deportistas pueden sentir dolor cuando practican deportes en los que llevan la mano por encima de su cabeza, por ejemplo en el tenis durante el saque.
• Puede aparecer dolor por la noche si el problema progresa.
• Aparece dolor cuando se baja el brazo desde una posición elevada.
• Puede hacerse difícil llevar el brazo por detrás de la espalda como cuando se el paciente se viste o se quita la ropa.
• Se pueden perder la fuerza y el movimiento.
En los casos avanzados, la pérdida de movimiento del hombro puede progresar hacia lo que se llama «hombro congelado» (hombro sin movilidad).